Me han dejado aquí
entre las ruinas de mi casa
todo lo siento muerto en vida
y el ángel que me abraza
es invisible…
Sé que en algún lugar
alguien me espera
palpo la desesperanza de las cosas
que están pasando aquí y ahora
si pudiera saber más
de las intrigas de este mundo
me secaría el llanto…
Traspaso amaneceres en ocasos
donde rebusco
un mendrugo de pan
y ya me sabe a mucho
si lo encuentro
para aliviar este sabor a barro
que es el hambre…
En estos suelos escombrados
el dolor se me agranda
aunque me ayude una mano inocente
este mundo me parece hostil
y la sonrisa es fango
porque el lodo que invade
esta tristeza
me ha roto las palabras.
©Julie Sopetrán