Paul Klee
Todos los
pueblos tienen rincones olvidados
donde el polvo
envejece, los vientos mueven hojas
perdidas por
el suelo: son como ideas cojas
refugiadas en
sombras de sueños profanados
Son rito de
suspiros dulcemente guardados
donde sin
darte cuenta, te acurrucas, te alojas
te evades y te
encuentras. Sublimes paradojas
tan contrarias
y opuestas que parecen pecados
Rincones de la
nieve donde el alma se extraña
asida a los
vacíos del encantado tono
que se esconde
en resuello del grito en la montaña
Es la ungida
palabra que en la tela de araña
se equilibra
en respiro de profundo abandono
y es el silencio
áspero, que a la sazón... ¡engaña!
©Julie Sopetrán