Todo lleva un proceso en
esta vida
Es primero la flor y luego
el fruto
Es primero el deseo luego el beso
Más tarde el tacto, enmarca
la belleza.
Cáliz, corola, estambres y
pistilos
nos dejan bendiciones en el
alma
Es el perfume que transciende
en brisa
son las luces que mueven
nuestros pasos.
Y así vamos midiendo el
entretiempo
de una estación a otra... es
la constancia
y la flor sacrifica su
silencio.
Flor y fruto: celebración de
instante
un brindis que resume la
constancia
y es poema del tiempo en la
memoria.
©Julie Sopetrán