Sumo
probabilidades
con total de
esperanzas
y estoy
mirando al mar
la brisa
recrea valores imaginarios, bellos
me deja
caracolas en la misma orilla del abismo
allí donde
se abarca la inminencia
como si la
belleza fuera un juego de azar
o el paso de
esa variable aleatoria del riesgo
en el todo y
la nada momentánea de la espera
todo cabe en
el según y cómo
o en el por
sí o por no si a mano viene
y por
ventura es el perfume de tu piel el que me llega
seductor,
embriagando las formas
tu barco se
me acerca
y todo cabe
en el silencio del sosiego
donde
presiento la presencia
del marinero
en viento de sombras
allí en
cualquier espejismo de la lluvia
o desde lo
ancho y lo largo de los sueños
es el ahora,
en esa función lineal del horizonte
que seduce
el anhelo
de lo que
deslumbra
esencia,
mirada, energía
todo lo que
se pega a la piel esta tarde
humedad de
sal, resaca, murmullos
el beso en
movimiento azul de lenguas como olas
o el latido
profundo de un mar de fondo
que evoca en
las vivencias
la entrega,
la fe, el instante auténtico del agua
contra la
roca frágil del instante
poesía en
vivo abierta a las espumas
de los
acantilados
y no quiero
perderte: esperanza
te adueñas
de la soledad
porque conoces
cada rincón de la casa de tierra
dices que
es primavera en la Palabra
y no
ya no importa
si me
engañas...
Los almendros
están en flor.
©Julie Sopetrán
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