Translate

lunes, octubre 18

MI MAR ES TIERRA

 

 

 

Pececillos de río
que son de mar,
los lleva la corriente
no vuelven más. 
 

Convergencia del agua
remanso el cielo,
los claveles del aire
queman espejos.

En terraplén de sueño
la tierra llora,
en el lago escondido
me quedo sola.

Agua y barro el silencio
de la chopera,
pececillos de río
mi mar es tierra.

©Julie Sopetrán


domingo, septiembre 26

SIEMBRA


 

Guardemos el aliento para luego

cuando vengan los versos

y con sus manos dulces

nos llenen de caricias

la piel de nuestro ensueño.

 

Escóndete en la risa de la luna creciente

que deambula por los cuerpos

enamórate…

de las pausas

y mira, mira al cielo

mientras sientes el tacto de la tierra

o el pulso en la asonancia

de los tiempos.

 

Guarda para la noche las caricias:

fragmentos de cadencias

que se esconden y vuelven

para formar el dístico.

 

Custodia las hipérboles

exagera la dicha en los acentos

que nos dure el placer hasta mañana

cuando el alba transcurra

por los surcos abiertos

 de nuestras emociones.

 

Con las nuevas semillas

 de ritmos y de verbos

crecerá nuestra música

y si algo se extraviara en las cadencias

ya no importa

nos quedan las palabras

 y los sueños...

©Julie Sopetrán

 


sábado, mayo 29

SOÑANDO HACIA ADENTRO

 


 

La luz dibuja la sombra

Morfeo, el sueño,

Tánatos, la muerte.

Soy un claroscuro en llamas.

Mi postura es incómoda,

me pesan los gnomos, me observan los caballos

y los ojos íncubos que se esconden

tras la húmeda piel de las tinieblas.

Soy el sueño que no recuerda nada

pero lo sabe todo de los monstruos.

Soy el melodrama que abarca los extremos.

Soy el morboso efecto nocturno de la sensualidad.

Soy la libertad de lo creado: el romanticismo puro.

Estoy muerta y a la vez vivo soñándote, Amor.

Soy la fantasía, la postura extraña,

la belleza morbosa, la calma, la angustia, el frenesí

o el sombreado ardiente, la lujuria en calma,

el espacio habitado, lo tridimensional,

el “Claro de Luna”

o el “Sueño de una noche de verano”.

Pero tal vez no, no soy música…

Soy “El sueño despierto” de Rossetti.

Me acurruco entre “Los Niños dormidos” de Rubens.

Formo parte de ese “Sueño de Amor” de Liszt

o el atormentado, de Fuseli.

No. No puedo. No debo desvelarme

porque tengo todo el derecho a soñar contigo, Amor.

A soñar el instante de ser Mujer y agonizar placeres

en esta mente de Fuseli.

Y no me asusta el demonio

porque transciendo en la mirada de lo interminable.

Porque me miro hacia adentro y sé que estás conmigo.

Soy la fantasía en tus labios

Soy lo que queda  de “Las mil y una noche”

y todavía trasciendo en la razón de “La vida es sueño”

-que disculpe Calderón mis maneras-

Pero no dejo de soñar el sueño, el día, la noche, su mirada,

la tuya, Amor, la de ellos, la que me cautiva

tan nuestra, siempre, siempre nuestra,

hacia adentro.

 

                                   ©Julie Sopetrán


jueves, mayo 13

CALACAS

 




 

 

 

 

  



Hola amigos:

El próximo sábado día 15 de Mayo, sábado,
Están invitados a la presentación de mi libro:
Calacas. Calaveritas Literarias.
Pueden asistir virtualmente a la 
dirección arriba indicada. Les espero.
En España será a la nueve de la tarde.
Muchas gracias. Saludos.

Julie Sopetrán


miércoles, abril 28

LA SIRENA HERIDA

 


Hay mares en mi cuerpo
llevándome a la orilla;
viejos acantilados
salpicados de espuma,
esponjas saturadas
secando su amargura
y una sirena al fondo
contemplando el paisaje.
Mientras voy navegando
se me ocurren los sueños,
los oasis de tierra,
los desiertos de agua
los inmensos amores,
las soledades dulces
y tantas, tantas veces
se me ocurren los sueños.
Son mares que me dejan
a la sazón vencida,
magullada de piedras
tiradas por el eco
de la falsa palabra,
del pasajero lazo
que se rompe, que chasca
hasta partir el aire
hasta sentir a trozos
la voz amartillada...
que me deja a la orilla
del mar y de la tierra.


Julie Sopetrán
De mi libro: Los cinceles del tacto.


lunes, abril 5

 


LLANTO

 

Detrás de cada paso
hay una incertidumbre
Es el éxodo extraño
de los nuevos sistemas
desmedida pletórica
del miedo...

Detrás de cada risa
hay un gesto macabro
el barro es funerario
y el amor es incierto.

Tambalean palabras
entre flores marchitas
y el río está llorando
bajo los olmos secos...

¡Ven Dios
toca la huella
sin rumbo de este tiempo!

Un oculto paisaje
desintegra lo viejo
y nos sume en el llanto
la impotencia
el silencio...


©Julie Sopetrán


domingo, marzo 21

LLANTO EN PRIMAVERA

 


Hoy estaban de luto las nubes de mi huerta
sus mantones brillaban igual que terciopelo;
nubarrones pasando cual mujeres en duelo
gimiendo su amargura por mi calle sin puerta.

Hubo un momento sacro que acaparó mi alerta
era una noche tensa sin estrella ni cielo:
se me enredó en el alma la puntilla y el velo
de todo ese misterio que sacude y despierta.

La angustia masticaba los pañuelos del llanto
respiraba el silencio su infinita amargura
y el relámpago al fondo me aliviaba el espanto.

El mundo estaba herido, podrido de basura
luto me cubre un viento que destiñe mi manto...
Llora la primavera sobre tanta locura.

 

 ©Julie Sopetrán

sábado, febrero 27

ME DESPERTÓ LA NOCHE

 Foto: Casey Horner

 

La noche aplaude el silencio
y el silencio se estremece;
en las flores del romero
una mariposa duerme.
Silencio de sueños dulces
reposados en perfumes;
en las palabras errantes
se desvanecen las nubes.
Insonora es la distancia
callada su sintonía;
parece que estás conmigo
pero todo es lejanía...
Escucho un ruido en el aire
es el eco, un ente suave
de la brisa, que es palabra
del lenguaje de tus mares.
Me sonríen las estrellas
tierra adentro, en el olvido
de esta noche silenciosa
donde quiero estar contigo.
La distancia: espacio abierto
donde caminan las horas;
ya ilumina la mañana
ese vaivén de tus olas...

...la noche me ha despertado
y no hay luz en mi ventana.

 

©Julie Sopetrán

sábado, febrero 6

CARICIA ILUMINADA

 


Se me para en la piel, luz milagrosa,

una caricia de infinito halago; 

revuelo de palomas sobre el lago

en limpio cristal verde que reposa.

Metido en cada poro pulsa y posa

un paso que me pasa suave y vago,

tal cual hechizo que prepara el mago

sacando en remolino rayo y rosa.

Dichoso todo el cuerpo en el contacto

de esa mano invisible que no duda

dejando en rededor su pulso exacto.

Es oreo dulce que me deja muda

y es mariposa reposada en tacto

sobre las auras de mi piel desnuda.

 

©Julie Sopetrán