Los árboles se secan y no
puedo
no puedo remediar esta
condena;
clamo, grito, la muerte me
enajena
y este llanto que sangra
es calma y miedo.
El árbol de mis huertos,
del hayedo
quiero reír la flor con
tanta pena;
que al mirarla de lluvia
se me llena
el alma que suspira en su remedo.
Triste paisaje de la
primavera:
los árboles se mueren,
están secos,
el laurel, los olivos, los
frutales,
los trigos, las cebadas,
la rivera
busco pozos, arroyos,
recovecos
suspiros de humedad o
manantiales.
©Julie Sopetrán
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