Nada es en vano
Hasta el beso imaginario
tiene una misión errante…
Cuando el ser humano
corta un árbol
está cortando nubes.
Adán y Eva
desconocían el daño
del hacha.
Su primer beso
tenía sabor de acerolas
luego
crecieron las manzanas…
Y fue la noche
la que se hundió
en el primer beso
Así nació la luz.
©Julie Sopetrán

Como siempre, Julie, tus poemas interpelan y nunca te dejan indiferente.
ResponderEliminarEnhorabuena!!!
Un abrazo
Muchas gracias, Juan. Agradezco mucho tus palabras. Te mando mi abrazo y cariño.
EliminarIncreíble solución para pensar un poco en lo que imagina el poeta, pero nos libera de tanto descubrimiento moderno.
ResponderEliminarNo es una afirmación, pero esa metáfora de la luz a partir de un beso de nuestros primeros Padres, resulta mágica.
Gracias, Anónimo. Me alegra saber que te hizo pensar... y sentir. Mi abrazo fuerte.
ResponderEliminarEste poema es el yin y yang de la vlda me encanta ya lo sabes, escribes como Los Ángeles. Gracias por compartir belleza.
ResponderEliminarRosalinda, qué alegría recibir tu comentario. Me alegra que te guste este poema. Te lo agradezco mucho. Tus palabras me motivan y me fortalecen. Muchas gracias amiga. Tú sí que escribes bien.,, Te mando mi abrazo fuerte.
ResponderEliminarSaludos estimada...
ResponderEliminarun poema muy filosófico
e interesante...me queda una duda
plantada , si de tanta luz que se hizo en ese beso
parece que a esta humanidad le falta
ese reflejo real de luz , porque tal las cosas
se ve muy oscuro el panorama...
Un abrazo.
Hola Meulen, muchas gracias por tu lectura y comentario. Estoy de acuerdo contigo, el panorama es oscuro en general en el mundo... pero nos queda esa esperanza individual de cada uno, esa luz interior que es la que nos mantiene vivos, luchando por una sociedad mejor. Ojalá el Amor, sea ese primer beso que nos salve... y se pueda engendrar también la paz y el entendimiento entre los seres humanos. Un abrazo fuerte.
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