Nada es en vano
Hasta el beso imaginario
tiene una misión errante…
Cuando el ser humano
corta un árbol
está cortando nubes.
Adán y Eva
desconocían el daño
del hacha.
Su primer beso
tenía sabor de acerolas
luego
crecieron las manzanas…
Y fue la noche
la que se hundió
en el primer beso
Así nació la luz.
©Julie Sopetrán
Como siempre, Julie, tus poemas interpelan y nunca te dejan indiferente.
ResponderEliminarEnhorabuena!!!
Un abrazo
Como siempre, Julie, tus poemas interpelan y nunca te dejan indiferente.
ResponderEliminarEnhorabuena!!!
Un abrazo
Increíble solución para pensar un poco en lo que imagina el poeta, pero nos libera de tanto descubrimiento moderno.
ResponderEliminarNo es una afirmación, pero esa metáfora de la luz a partir de un beso de nuestros primeros Padres, resulta mágica.