Alguien
interiormente me reclama
¿Una
voz, un suspiro de trastienda
la
palabra perdida de mi agenda
o el
movimiento tenue de una rama?
¿Será
que me conoce quien me llama?
¿Será
la voz de Dios canto y leyenda
que
a poco, en mi delirio se entretenga
por decirme lo mucho que me ama?
¿Quién
podría si no parar mi paso
detenerme
de lleno en la quimera
y colmarme de gozo esta amargura?
No
sé, no sé quien es, pero me abraso
La
vida se me vuelve primavera
y
con su luz mi ser se transfigura.
©Julie
Sopetrán