El mar
eso tan
grande que habla y dice lo que ríe
o
expresa lo que llora y reza lo que canta
en
libertad
El mar
eso tan
dulce que acaricia mi piel
eso tan
fuerte que me invita hacia dentro
eso que
me produce miedo y me empuja hacia fuera
eso que
es ola y me golpea para luego mecerme
en sus
vaivenes
Y no
hay nada más dulce que dejarse ondear
sobre
su lecho...
La mar
la que
se enoja, la que enfurece al viento
y recrea las brisas de la tarde y es sorda y gruesa
y recrea las brisas de la tarde y es sorda y gruesa
y es
alta y brava y larga... y vomita su sal
sobre
mi lengua.
Mi mar
mi
primer mar fue Cántabro, luego Atlántico
más
tarde fue Pacífico, después Mediterráneo...
conocí
ese ventoso Mar del Norte y floté, floté
sobre
un Mar Rojo
Mar:
eso tan grande que habla. Lo contemplo.
Lo
escucho. Respondo a su llamada
y me
dejo abrazar en sus orillas...
El mar,
la mar, mi mar
eso tan grande
eso tan grande
que
habla... ¡Poesía!
©Julie
Sopetrán