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viernes, abril 11

DOS VERDES JUNTOS

 

DOS VERDES JUNTOS

Verde claro
Verde oscuro
Verde primero
Verde segundo
¡Dos verdes juntos!

Del verde prado
del verde puro
del agua verde
del aire verde
del verde dulce
del verde musgo
dos verdes juntos.
Donde hay un verde
mi cielo es verde

mi tierra es verde
del verde crudo
y eres mi verde
del verde oscuro
del agua verde
¡Dos verdes juntos!
Verde tu verde
junto a mi verde
claro y oscuro
alma del verde
¡Dos verdes juntos!
Dos voces verdes
Dos besos verdes
Dos llamas verdes
Dos verdes surcos
Los hijos verdes
del verde mundo
¡Dos verdes juntos!
Mi sangre es verde
Mi vida es verde
Mi muerte es verde
Mi amor es verde
verde profundo
¡Dos verdes juntos!
Y es verde el verde
del verde mundo
se engendran verdes
los verdes frutos
y amor del verde
del verde sufro
Trigo y cebada
Verde primero
Verde segundo
juntos muy siempre
muy siempre juntos
¡Dos verdes juntos!
                                    

                            ©Julie Sopetrán

A mis quince años, me gustaba observar el paisaje donde yo vivía en Sopetrán, me iba por el campo para aprender a apreciar los colores.Me di cuenta que en Castilla predominan dos verdes. El verde claro y el verde oscuro. Mi padre, hombre del campo, me enseñó que el verde claro es el color de la cebada y el verde oscuro es el color del trigo. Se observan esos colores, cuando después de la siembra y las lluvias, empiezan a crecer.  No ocurre lo mismo en Galicia donde se observan  múltiples verdes. Pero en la tierra castellana destacan estos dos verdes. Y este fue uno de mis primeros poemas de adolescencia.

 


sábado, marzo 7

EN-TORNO




Las lomas están secas
y me dejo llevar por el viento
entre el polvo de las cañadas

Las ruinas de un castillo al fondo
los pequeños olivos
y el marrón, casi sangre, de la tierra
nombra el paisaje...

Papeles arrugados
transitan las mazmorras
juega el viento al tris tras en la celda
donde se quedan apilados en los rincones oscuros
de la decadencia

El monte bajo, recoge mis pisadas casi grises
las dibuja con fuego
y aquello que parece un espejo
es tan sólo una sombra
pisoteada por los lobos

O tal vez son rescoldos de ave fénix
recostada
en el regazo marchito de la tierra
donde se evaporan las lágrimas

Mientras transito
el sol sonríe, la luna llora
y los caminos
desdibujan sus márgenes.



©Julie Sopetrán