Son lágrimas de plata
las que despeinan los
barbechos
las que se miran en los
charcos
las que muerden las luces
las que juegan con las hojas
caídas
de los chopos
las que embarran los sueños
en tu ausencia...
Hay espejos que lloran
con la tierra
Lloran porque no estás
porque no sabes
que los días son grises
y están vivos
aunque parezcan muertos.
Son lágrimas que se esconden
Que adormecen silencios
Que transforman la calma
Que escuchan lo imposible
Mientras al fondo suena
el saxofón del tiempo.
©Julie Sopetrán