un suspiro de barro
Apenas si podía golpear el
vacío
Era un silbo tan suave
que envolvía la idea
Revés de sentimientos
en la puerta del llanto
Impulso arrebatado
que marca mi existencia
Golpe en latido abierto
cual palabra de vida
Un hueco me ha dejado
en la ardiente materia
Y una voz, casi sangre
me arrebata el espacio
Me ha llamado tan suave
tan fuerte, tan de golpe
Sus nudillos, su tacto
me recorren la frente
Relámpago que rompe
la aldaba en dos mitades
Aspiración profunda
que espira la tristeza
Compás que se deriva
del ansia que revuela
Deseo inacabado
sollozo, clamor, queja
Es cual la luz oculta
de fugaces estrellas
Palabra silenciosa
que en mis labios se queja.
©Julie Sopetrán
De mi libro inédito: Los claros del monte. 2012