¿Qué es
amor sin esperanza?
Danza.
¿Qué
responde a la razón?
El son.
¿Y qué
predicen los pasos?
Fracasos.
Se
perciben los ocasos
cuando el
sol se aleja en calma
y en los
espejos del alma
danzan al
son los fracasos.
©Julie Sopetrán
¿Qué es
amor sin esperanza?
Danza.
¿Qué
responde a la razón?
El son.
¿Y qué
predicen los pasos?
Fracasos.
Se
perciben los ocasos
cuando el
sol se aleja en calma
y en los
espejos del alma
danzan al
son los fracasos.
©Julie Sopetrán
YO SOY ESE POEMA...
Yo soy ese poema antipoema
de carne y hueso
que no se vende por nada a quien todo lo compra
Soy poema sin pelos en la lengua
me refugio en las tonalidades
y en los matices de repertorios amplios
Soy un poema contemporáneo
con la cabeza cuadrada
y el pelo largo
antídoto
o "anti-todo" nostálgico
que pasa por la idea
sin bautizar
y tan sólo sé amar
Existo como un poema libre
que se libra casualmente
de estar en la basura
soy un poema andante
caprichoso, adefesio de teatro de calle
no me enfado con nadie
y sigo caminando
no sé hasta cuando
Acudo, sin recomendación
al concurso típico, de los poéticos
donde no me leen y ni falta que hace
y es que mi aspecto es más bien
de poeta-coleta-patético
que nada sabe
Soy un poema soñador
que no entrará nunca a la Academia
ni tampoco por la chimenea
puedo ir a contrafuego
pertenezco a la anarquía andante
y con talante
soy de la Madre Tierra
y aunque me quemo, me quemo
pero no retrocedo
y hasta me sale el humo por un dedo...
Soy polivalente y nunca estoy ni aquí ni ahora
mi verso es el apropiado para un día gris oscuro
de esos, entre la niebla y "haga lo que haga es igual"
escucho a George Brassens
me contagio de su "mala reputación"
Camino enamorada del amor
soy poema prendado de un sueño
que rendido a tus pies
se proclama esperpéntico.
©Julie Sopetrán
De mi libro inédito: Llantos
El arado no tiene cobijo que lo guarde
Fue espada penetrante fue pincel de diseños
enmarcó las ciudades de Roma y de los sueños
y pintó en la mirada los surcos de la tarde
Oxidada en olvidos, su reja, sin alarde
sus hierros están sucios, sus estevas son leños
Saturadas sus huellas que ayer fueron empeños
dejamos que se muera cual si fuera un cobarde
Su brillo en la memoria es un foco muy largo
donde rayas muy rectas multiplican medida
y van dejando en surcos transcrita la belleza
Porque somos nosotros la faz de su letargo
pagamos con la muerte los regalos de vida
somos la mano dura de la naturaleza.
©Julie Sopetrán
Es un regalo la vida
el movimiento, la voz;
y la luz de la mañana
otro regalo de Dios.
Llueve, hace sol y graniza
y quiere nevar un poco
el viento aumenta su brisa
silva a la orilla del pozo.
Tengo la estufa encendida
y la puerta está cerrada,
pero entra por la rendija
olor a tierra mojada.
Es otoño, casi invierno,
el silencio me acompaña
y de vez en cuando un mirlo
en la acacia canta y canta
En la parcela de enfrente
segaron los girasoles
y ya no tiene comida
la bandada de gorriones.
La nubes pasan corriendo
no saben donde quedarse;
y el sol juega complaciente
al escondite en la tarde.
Me quedo mirando al cielo
con los pies sobre la tierra
y dejo volar el verso
por el campo de la idea.
©Julie Sopetrán
Esencia de la voz en los sentidos
y nombrarte
y nombrarme
y ser dos nombres propios
y sólo uno
ancestral
cercano
distante
inventado
repetido
dulce
como un aleteo de aves
errantes
que revuelan el monte
sobre los romeros en primavera
y te nombran
y es un canto
que escucha el sonido de las
letras
aspirando el perfume
de dos palabras juntas
que juegan a la comba
de sus movimientos
la dicción es perfecta
¡Escucha!
¡Escucha!
Te estoy nombrando
y vuelo.
©Julie Sopetrán
Allí en lo más hondo del mar
juegan las manos
con el humo
de todos los cadáveres
quemados entre las algas
ellos ya no pueden juzgarnos
sigue
sigue cortando la noche con los labios
hasta que tus ojos se fundan con el tiempo
y la mirada sea ola
y el beso destruya los monstruos
que acechan el silencio
quieren beberse nuestra sangre
galopan los caballos por los fondos marinos
y atraviesan el espejo de Alicia
ese que da a los páramos abiertos
allí donde no hay puertas
y las esquinas tienen alas
y el polvo se ha petrificado
entre las piedras que ríen versos
los que salen de tus manos ya libres
mira la nieve el sol de madrugada
los muertos ya se han ido
y las trampas son para las liebres
que corren tras el sueño
entre los tulipanes
de ese jardín perdido
mira como los rayos mueven
la transparencia de los cristales
verás cómo los dedos de tus manos
perfuman las luces del poema
y flotan las palabras sobre el agua
cantan la soledad
no quieren que se pierdan
los números ocultos
de la música.
©Julie Sopetrán
Amor
Dulce palabra
que parece de seda
se me pega a los labios
para nombrar lo amado
se enreda entre los dedos
y dibuja caricias
removiendo ese instinto
que fluye en sentimiento…
Amor
La más sagrada querencia
de mis manos
cuando dejo en las tuyas
sabor de mis esencias
y perfumo suspiros
semejantes a besos
y es aliento del alma
que busca poesía…
Amor
Es darse en dicha
de la propia existencia
corroborar los sueños
convalidar el arte
y saber que estás viva
para sentirte amada…
Amor
me ratifica que puedo
darlo todo
y aunque no tenga nada
el dar es suplemento
porque amas y te olvidas...
pero algo guarda el tiempo
es un tesoro oculto
que vale
en lo que has dado,
©Julie Sopetrán
Soy angustia del aire en
polvareda
un huracán de queja
trasnochada
alboroto la risa en el
silencio
y lloro versos y derramo
lágrimas
cual si fuera vivir
desesperanza.
Soy la afonía de mi propio
canto
el remolino de mi sentimiento
el desorden que altera la
alegría
en el poema libre y
reciclado
de la palabra
que me inspira el tiempo.
Un sonido pegado a la
ventana
que le transmite música al
oído
quimera en vendaval de la
nostalgia
es el suspiro de la poesía
o el frenesí del día
cuando pasa…
La brisa me retorna a las
escuchas
percibo la atención de los sentidos
cómo y cuánto de mi ya se ha
perdido
en el trecho del juego
que es palabra.
©Julie Sopetrán
30-12-2023
un suspiro de barro
Apenas si podía golpear el
vacío
Era un silbo tan suave
que envolvía la idea
Revés de sentimientos
en la puerta del llanto
Impulso arrebatado
que marca mi existencia
Golpe en latido abierto
cual palabra de vida
Un hueco me ha dejado
en la ardiente materia
Y una voz, casi sangre
me arrebata el espacio
Me ha llamado tan suave
tan fuerte, tan de golpe
Sus nudillos, su tacto
me recorren la frente
Relámpago que rompe
la aldaba en dos mitades
Aspiración profunda
que espira la tristeza
Compás que se deriva
del ansia que revuela
Deseo inacabado
sollozo, clamor, queja
Es cual la luz oculta
de fugaces estrellas
Palabra silenciosa
que en mis labios se queja.
©Julie Sopetrán
De mi libro inédito: Los claros del monte. 2012
Foto: Mary Andrade
Doña Osamenta muy pulcra
a primeros de Noviembre,
cocinó unos pescaditos
para uno de sus clientes.
Se puso un gorro de lana
y un vestidito muy verde,
y se acercó hasta una tumba
confiando en sus poderes.
Allí reposan los huesos
de un niño que a nadie tiene,
y está muertito de hambre
entre tantitos presentes.
Osamenta compasiva
sacados de las corrientes,
le lleva los pescaditos
recién fritos y calientes.
Como Osamenta es muy fina
de temperamento alegre,
va mostrando en la sonrisa
sus inmejorables dientes.
Arregladas sus pestañas
en el Panteón, es huésped,
y más que al niño sin nadie
está observando a la gente.
Que le interesa la vida
de ancianos y adolescentes,
y mira que mira, mira
a ver cual
será el siguiente.
©Julie Sopetrán
La luz está en las flores del ocaso
atracción luminosa que se apega
al aura indivisible de tu paso…
Voy siguiendo la huella que me ciega
hasta ser mariposa en tu regazo
desde la primavera hasta la siega…
Carboncillo que vuela como un lazo
quemándose al azar del movimiento
trastocando los aires de su trazo…
Luminaria encendida en el aliento
que purifica el alma por el arte
de volar y volar a contraviento…
Mariposa es el beso que reparte
tic tac de corazón, vaivén de llama
un juego recreado para amarte…
Suspiro volador de quien te ama
o vuelo hecho suspiro sobre el fuego
del ardor de la noche que se inflama…
Vienes hasta mi boca y te vas luego
pasando por las cosas sin mirarme
y vuelves a fundirme en desapegos…
Tu danza me seduce hasta adentrarme
en el gesto sutil que arma el derroche
y puedo entre ademanes alejarme…
En mis flores no busques el reproche
la alegría me impide la censura
y eres la vida misma de mi noche…
Brego espacios soñando la ternura
y me olvido del cuerpo, te persigo
quiero atrapar al vuelo lo que dura
y transcender Amor en lo que sigo.
©Julie Sopetrán
Alejada del tiempo entre las
plantas
que no tienen reloj ni van
deprisa;
rimé el color y analicé la
brisa
y así perdí las horas, no sé
cuántas.
En esa sensación la emoción
canta
disfruta en soledad lo que
divisa;
es la imagen divina que
improvisa
como un eco invisible en la
garganta.
Planté versos junto al rosal
del viento
percibí mi jardín, emocionada
sintiendo la palabra en
movimiento.
Es el fuego donde me siento
amada
o el amor del ensueño y del
intento
donde le brotan alas a mi azada.
©Julie Sopetrán
Humanos siembran las iras
crean sombras
con mentiras.
Fingen ser panal de miel
con palabras ostentosas
son espinas y no rosas
que se clavan en la piel
y queriendo ser panel
son arpías peligrosas.
Humanos siembran las iras
crean piaras
de mentiras.
Y somos los engañados
que muy callados seguimos
esos caminos mal dados.
¿Importa lo que sentimos
si la Verdad se ha olvidado
y no somos lo que fuimos?
Humanos crecen las iras
de las mentiras.
©Julie Sopetrán
Danza de los viejitos en Pátzcuaro (México) Foto: Julie Sopetrán
¿Quién se olvida del espejo?
El viejo.
Cuando trastoca el revés
sólo es…
¿Y a quién le da su cariño?
Al niño.
Que detrás del desaliño,
dejadez y desengaño;
yo sé, por mis propios años
que el viejo, sólo es un niño.
©Julie Sopetrán
Si pudiera quitarte las
espinas
con mis manos humanas y terrenas;
si pudiera mi fe sobre las hienas
plantar montes de jaras y de encinas…
Buscaría en el mar o entre
las minas
donde el oro florece sin cadenas;
y podría robar las cosas buenas
que a través de la luz se hacen divinas.
¡Con qué manos pondría en tu
cabeza
esa saliva dulce como ungüento
que aliviara el dolor de tu desgarro!
No sé si es tuya o mía la
tristeza
pero el dolor que sientes yo lo siento
como siente la tierra el sol y el barro.
©Julie Sopetrán
(Villancico 2022)
En la tierra y en el cielo
el movimiento es consuelo
La palabra es la belleza
que articula nuestra boca
es la sensación que evoca
de lo que sientes, la fuerza,
si lo que dices refuerza
voces de tierras y cielo
el movimiento es consuelo
Diversidad o presteza
que brota del corazón,
hablar es una oración
donde las almas se expresan
y en la vida ya no cesan
voces
de tierra y de cielo
que
nos aportan consuelo.
Y los sonidos son ecos
de verdades invisibles,
que expresamos muy sensibles
frente al mito del espejo
donde oscilan los reflejos
que
son de tierra y de cielo:
movimientos
del consuelo.
Colores, palabras, cantos
sentido de lo que expreso,
¿pues qué sería del verso
sin la brisa del encanto
o la congoja del llanto?
Si
el movimiento es consuelo
es
que somos tierra y cielo.
©Julie Sopetrán
2022
Apunte – Karús 21-7-05 (Para Julie)
Círculo de Bellas Artes –
Madrid
Hay un virus que
mata, es la injusticia
se corona así misma en el ambiente;
decimos que la culpa es «de otra gente»
pero el «yo» es ese virus que desquicia.
La ambición, el
orgullo, la codicia
la mentira enviciada en lo que siente
y la envidia reptando cual serpiente
enroscada en la ley que la primicia.
Somos una familia de
egoísmo
El odio y el amor nos hizo humanos
Prometeo nos mira, nos da el fuego
El miedo nos empuja
hacia el abismo
Epimeteo se aísla de su hermano…
Y el Amor es la luz del que está ciego.
©Julie
(Seguidillas)
En la casa de enfrente
se oye un lamento
es la niña que llora
lo que presiento.
¡Quien fuera un ángel
para borrar el llanto
que deja el aire!
El monte de mi pueblo
se está quemando
Y no tengo la lluvia
para apagarlo.
¡Quien fuera nube
para apagar el fuego
que nos destruye!
Quiero barrer del suelo
las hojarascas
recoger esos palos
que ya son ascuas.
¡Y no me dejan!
Pero el clima devuelve
lo que le entregas!
En la casa de enfrente
quedó en silencio
la niña que guardaba
presentimientos…
¡Quien fuera un ángel
para borrar el llanto
que dejó el aire!
©Julie
Sopetrán
![]() |
| Pierre-Auguste Renoir |
|
…las flores han crecido entre mis pies descalzos
…aguaceros del alma, tempestad de colores misterio que trasciende al canto de los pájaros sosiego enaltecido en los brotes del sauce o en la sazón que aloja la luz de la arboleda…
Hoy he sacado al viento ademanes del alma gestos de mi semblante que expresan la presencia y son el movimiento de la vida en los pasos… …Ya es verano y presiento que en mi espacio retoña ese presentimiento que expresa la alegría de revestir el alma con la luz del paisaje…
…hoy he sacado al viento mi manera de ser: introvertida, dulce, sensible, dadivosa, alegre, taciturna, salvaje, divertida y apenas previsora, para sobrevivir…
El viento ha sonreído al verme tan desnuda tan frágil y tan sobria, tan de mar y de tierra, me ha dejado en el bosque donde las hadas vuelan regalando al instante sutiles mariposas…
Y allí en esa abundancia de cuentos transmisores recordando palabras de mis antepasados he vuelto a ser la niña campestre de las fábulas.
Soy mujer y es el viento quien me guía en los vuelos el que me lleva al fondo de la selva y el agua hasta entregarme el sueño de escribir el poema…
©Julie Sopetrán |
Agua
Cielo
Mar
La tierra es azul y verde
Y violeta
Y más y nada y todo
La tierra desespera
Entre manos inquietas
¿Y dónde están los árboles
Las sonrisas
Los besos del Amor?
Todo es gasa
Tisú de adolescencia
O es un velo marrón sobre el viento
Moviéndose en los ojos
Entre el ropaje del misterio
O las transparencias del espejo
Palomas invisibles
Juegos del aire en sueño
De vivencias
Entre las olas de nuestras almas
Ondean sedas de ángeles
Materia, Cuerpos
Piedras, Playas, Bosques
Animación de infinitos azules
Y no hay final
Todo es un engranaje
De retos y de pugnas
Donde estamos tú y yo
Y él
Y ello
Y ella.
©Julie Sopetrán