Te prometí un poema
aquella noche escuchando tu
voz
tu palabra sonaba en el
aliento
textura repartida por mi
cuerpo en grave
agudo tacto de vivencias...
Tu voz se fue elevando como un
trueno
toda esencia
alarido de versos
sensaciones
clamor de llanto y risa en
alborada
eran mil ecos resonando
suavizados
en el tamiz del canto,
era lo estentóreo
que transmite caricia
a los silencios.
Suben, bajan tus alas
como la voz del ave en la
tormenta
bohemio el vuelo
cuando relampaguea a media
voz
tu nube que descarga
aguaviento al compás de esa
dicción salvaje
tesitura extendida
a ritmo del suspiro
que nace al escucharte…
Movimiento de luces que se
agrandan
son onomatopeyas de tus luces
y es tu voz
fonética sagrada
sonoridad que descifra
ternuras
en el alma
Te prometí un poema
aquella noche
y no importa el lugar
siempre eres hoy
y es ahora el placer
de volver a escucharte.
©Julie Sopetrán