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martes, diciembre 1
martes, noviembre 24
EL MOLINO
Hoy mi molino muele
presentimientos,
la presa se ha llenado
de sentimientos.
La rueda gira
como giran las hojas
cuando suspiran.
Muele, molino, muele
las sensaciones,
haz harina de besos
con mis pasiones.
Que ruede, ruede
y en la piedra del tiempo
mi amor se quede.
Ya entre las hojas secas
el agua es lumbre,
donde quemo la pena
de la costumbre.
¡Cuánto te quiero!
Es el rueda que rueda
donde te espero.
©Julie Sopetrán
miércoles, noviembre 18
SIN PARTITURA
Juega la brisa en tu cabello
y parece de flores, el tiempo.
Desenredo las hojas verdes con mis dedos risueños
me adentro en las raíces
la yema de la piel se inflama. Arde el otoño
Todo forma parte del halago entre la música imaginada
Mezclo lumbre con ritmos
audacia con tibieza
Todo es silencio en soplo de perfume
Se estremece la forma
y parece de flores, el tiempo.
Desenredo las hojas verdes con mis dedos risueños
me adentro en las raíces
la yema de la piel se inflama. Arde el otoño
Todo forma parte del halago entre la música imaginada
Mezclo lumbre con ritmos
audacia con tibieza
Todo es silencio en soplo de perfume
Se estremece la forma
Frotamos las cuatro cuerdas
con el arco
El suspiro danza
Los besos desparraman brotes
y las caricias tocan cielo
El tacto expresa tiempos
retoza sílabas
y nuestras bocas se quedan sin palabras
escuchando esa posible nota
del contrabajo.
con el arco
El suspiro danza
Los besos desparraman brotes
y las caricias tocan cielo
El tacto expresa tiempos
retoza sílabas
y nuestras bocas se quedan sin palabras
escuchando esa posible nota
del contrabajo.
©Julie Sopetrán
jueves, noviembre 12
HAIKUS
En el otoño
amarillo el deseo
en mi ventana.
Los ojos miran
caen hojas al suelo
la alfombra es oro.
Todo el paisaje
comunica misterios
naturaleza.
Tapiz el suelo
bordado con las manos
del árbol viejo.
El sol sonríe
y besa los caminos
por donde pasa.
Crece la seta
entre la hoja del chopo
por luna llena.
Miro las frondas
de los pálidos huertos
recojo el fruto.
©Julie Sopetrán
miércoles, noviembre 4
CAMINOS DE AGUA
Nado de espaldas floto en sueño
voy mirando al cielo
braceo espacios superpuestos
son mundos invisibles
te veo en las estrellas
me esperas en la playa
entras al agua, nadas
alcanzas mi intemperie
me seduces
vamos despacio, respiramos hondo
ya estamos dentro
entre los brazos
de todos los colores
que prolongan la senda
a lo infinito.
entre los brazos
de todos los colores
que prolongan la senda
a lo infinito.
©Julie Sopetrán
Nota:
Para aquellos amigos del blog que vivan en Madrid, les comunico que el viernes día 6 de Noviembre, presentaré el libro LUZ VELADA de la poeta: Isabel Fernández Bernaldo de Quirós. La presentación será en la Biblioteca Eugenio Trías, antigua Casa de Fieras de El Retiro, Paseo de Fernán Núñez, 24 - Madrid. El acto será a las 19:30. Están todos invitados.
miércoles, octubre 28
LA CALACA DE MI BARRIO
Foto: Mary Andrade
http://www.dayofthedead.com/
Con traje de faralaes
mantón y corte gitano;
La Flaca muestra su talle
que es a la vez mexicano.
De amarillo se ha vestido
la Calaca de mi barrio;
con el volante ceñido
y muy pintados los labios.
Sonríe de lado a lado
y nos enseña los dientes;
con los ojos sombreados
y las pestañas salientes.
Sombrero lleno de rosas
y melena sobre el hombro;
por donde pasa La Flaca
causa admiración y asombro.
Una sobrefalda negra
dos rosas en la cadera;
y si la miras de frente
no parece Calavera.
Qué tantito se ha pintado
si hasta sus uñas rosadas
hacen juego con las flores
donde se van las miradas.
Dedos largos, el escote
y el negro de su toquilla;
realzan el amplio escote
donde exhibe sus costillas.
Cuidando mucho su pose
y sin perder la ocasión;
La Catrina Garbancera
se dirige al Panteón.
Cuida el paso, luce cachas
mueve bien las posaderas;
y ajusta con buena traza
todas sus partes traseras.
Y así, vestida de otoño
y amarillo gatuperio;
la Calaca de mi barrio
se planta en el cementerio.
mantón y corte gitano;
La Flaca muestra su talle
que es a la vez mexicano.
De amarillo se ha vestido
la Calaca de mi barrio;
con el volante ceñido
y muy pintados los labios.
Sonríe de lado a lado
y nos enseña los dientes;
con los ojos sombreados
y las pestañas salientes.
Sombrero lleno de rosas
y melena sobre el hombro;
por donde pasa La Flaca
causa admiración y asombro.
Una sobrefalda negra
dos rosas en la cadera;
y si la miras de frente
no parece Calavera.
Qué tantito se ha pintado
si hasta sus uñas rosadas
hacen juego con las flores
donde se van las miradas.
Dedos largos, el escote
y el negro de su toquilla;
realzan el amplio escote
donde exhibe sus costillas.
Cuidando mucho su pose
y sin perder la ocasión;
La Catrina Garbancera
se dirige al Panteón.
Cuida el paso, luce cachas
mueve bien las posaderas;
y ajusta con buena traza
todas sus partes traseras.
Y así, vestida de otoño
y amarillo gatuperio;
la Calaca de mi barrio
se planta en el cementerio.
©Julie Sopetrán
Etiquetas:
Barrio,
Calaca,
Calacas Literarias,
Calavera,
Calaverita,
Cementerio,
La Catrina Garbancera,
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La Muerte,
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poemas de julie sopetrán
domingo, octubre 11
HISPANIDAD
1
Yo supe de aquel día cuando dejé mi casa
y surqué por el aire y el agua mi camino;
España quedó lejos, lo nuevo era destino
aprendí a ver las cosas como el ave que pasa.
Supe del fuego patrio que allí lejos abrasa
y de la viña Madre bebí del mejor vino;
América fue el viento que descubrió mi sino
suerte, trabajo, lucha: la soledad me tasa.
Justiprecio del alma, saber que no te vendes
o identidad de siglos incorrupta y sublime,
sobre Pilar de mármol mi corazón se engarza.
Orgullosa suspiras por lo que ya comprendes
lo vivido es recuerdo de un todo que redime
y así fui hija del mundo, proclamando mi raza.
y surqué por el aire y el agua mi camino;
España quedó lejos, lo nuevo era destino
aprendí a ver las cosas como el ave que pasa.
Supe del fuego patrio que allí lejos abrasa
y de la viña Madre bebí del mejor vino;
América fue el viento que descubrió mi sino
suerte, trabajo, lucha: la soledad me tasa.
Justiprecio del alma, saber que no te vendes
o identidad de siglos incorrupta y sublime,
sobre Pilar de mármol mi corazón se engarza.
Orgullosa suspiras por lo que ya comprendes
lo vivido es recuerdo de un todo que redime
y así fui hija del mundo, proclamando mi raza.
2
Llevé por dondequiera lo mamado y querido
los besos de la abuela, los juegos de la infancia;
ese trabajo fuerte de entrega y de constancia
que transmite a la vida lo bueno presentido.
Me llevé aquellas risas de la rueda y el ruido
del agua en movimiento tirada en su prestancia;
en rodetes de espuma, belleza o elegancia
de molienda de harina donde el sueño ha crecido.
Es la Madre ese río de grandeza y de gloria
nido, pilar y fuente de mi peregrinaje,
la luz sobre el rocío que me da una respuesta.
Los desiertos recrecen una gran desmemoria
el sentimiento puro se lo traga el paisaje
y el ser humano vaga sobre aquello que apuesta.
los besos de la abuela, los juegos de la infancia;
ese trabajo fuerte de entrega y de constancia
que transmite a la vida lo bueno presentido.
Me llevé aquellas risas de la rueda y el ruido
del agua en movimiento tirada en su prestancia;
en rodetes de espuma, belleza o elegancia
de molienda de harina donde el sueño ha crecido.
Es la Madre ese río de grandeza y de gloria
nido, pilar y fuente de mi peregrinaje,
la luz sobre el rocío que me da una respuesta.
Los desiertos recrecen una gran desmemoria
el sentimiento puro se lo traga el paisaje
y el ser humano vaga sobre aquello que apuesta.
3
Yo me siento de todos los pueblos de habla hispana
de la raíz antigua donde nació el idioma;
nací para ser libre como lo es la paloma
voy buscando en el viento la luz de la mañana.
Abro pares a pares y a solas mi ventana
el mundo desvanece desde pequeña loma;
trigo y cizaña crecen y existe un mismo aroma
en el lenguaje culto que a todos nos hermana.
Colón navegó mares y se creó lo nuestro
o lo que no es de nadie, todo así lo afirmamos:
la Hispanidad, lo mutuo, de un plural sentimiento.
Han pasado los siglos y el Amor es ancestro
o algo que no se entiende porque NO nos amamos
cuando muera la guerra: será el entendimiento.
©Julie Sopetrán
sábado, octubre 3
FUGA
Te vas. Se va contigo todo
el sol de mis ojos
porque te vas, no escucho el canto de los pájaros
porque te vas, no escucho el canto de los pájaros
y el árbol se desmaya
entre briznas de viento
Te vas y en claroscuros
del bosque, Osiris llora
Regreso, te vas, vuelvo y
me toco la frente
Me busco un tercer ojo... Te vas
Me busco un tercer ojo... Te vas
por este fuego que
transita la ausencia
Vengo de verte ir
de despedir los besos. Te
vas
vuelvo a los pasos que
borran las tinieblas. Te vas
y el tiempo rompe tus
manos en las mías
y crea en la distancia
invisibles planetas. Te vas
y es la tristeza la que
invade el espacio
hasta caerse muerta en
espejos de llanto
sollozos que se quedan
flotando entre las lágrimas. Te vas
Te vas. Y ciega
regreso hacia la noche.
©Julie Sopetrán
domingo, septiembre 27
OSCILACIÓN
Dos a dos
grano a grano
tu peso en mi tendencia
modifica el obstáculo
ya somos más ligeros que el aire
gas, hidrógeno
ya somos más ligeros que el aire
gas, hidrógeno
volamos...
Y es equilibrio del peso
sobre el agua
y los suspiros ya me hacen
pequeña entre tus brazos
y bajo al fondo
y subo al amor
y oscilo a voluntad del
aire
y nado por el viento en la
memoria
y es abajo
y es arriba los cuerpos al
tacto con el cielo
y en las palabras flotan
inmensidades
y caemos juntos a los
espacios contenidos
y allí se rompen, se
restauran, vuelven
y se cierran y se abren al
fuego
y ascienden
y resbalan
y nos dejamos ir al centro
y flotan y se van y se
acercan y vibran
y esconden el resuello en
la boca
y soplamos, dos a dos,
labio a labio
y son globos, corazón en el aire
y en nuestra mar dos cuerpos en la arena
y nos vencemos
y en nuestra mar dos cuerpos en la arena
y nos vencemos
y volamos.
©Julie Sopetrán
domingo, septiembre 13
EN LA ESQUINA DEL ÁNGULO
Paul Klee
Todos los
pueblos tienen rincones olvidados
donde el polvo
envejece, los vientos mueven hojas
perdidas por
el suelo: son como ideas cojas
refugiadas en
sombras de sueños profanados
Son rito de
suspiros dulcemente guardados
donde sin
darte cuenta, te acurrucas, te alojas
te evades y te
encuentras. Sublimes paradojas
tan contrarias
y opuestas que parecen pecados
Rincones de la
nieve donde el alma se extraña
asida a los
vacíos del encantado tono
que se esconde
en resuello del grito en la montaña
Es la ungida
palabra que en la tela de araña
se equilibra
en respiro de profundo abandono
y es el silencio
áspero, que a la sazón... ¡engaña!
©Julie Sopetrán
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