Piel del momento
arena y agua juegan
a las miradas
Todos los verdes
cortejan rosa arena
las esperanzas
Y entre los grises
luces y sombras rompen
tiempo y distancia.
©Julie Sopetrán
Piel del momento
arena y agua juegan
a las miradas
Todos los verdes
cortejan rosa arena
las esperanzas
Y entre los grises
luces y sombras rompen
tiempo y distancia.
©Julie Sopetrán
(Seguidillas)
En la casa de enfrente
se oye un lamento
es la niña que llora
lo que presiento.
¡Quien fuera un ángel
para borrar el llanto
que deja el aire!
El monte de mi pueblo
se está quemando
Y no tengo la lluvia
para apagarlo.
¡Quien fuera nube
para apagar el fuego
que nos destruye!
Quiero barrer del suelo
las hojarascas
recoger esos palos
que ya son ascuas.
¡Y no me dejan!
Pero el clima devuelve
lo que le entregas!
En la casa de enfrente
quedó en silencio
la niña que guardaba
presentimientos…
¡Quien fuera un ángel
para borrar el llanto
que dejó el aire!
©Julie
Sopetrán
Pierre-Auguste Renoir |
…las flores han crecido entre mis pies descalzos
…aguaceros del alma, tempestad de colores misterio que trasciende al canto de los pájaros sosiego enaltecido en los brotes del sauce o en la sazón que aloja la luz de la arboleda…
Hoy he sacado al viento ademanes del alma gestos de mi semblante que expresan la presencia y son el movimiento de la vida en los pasos… …Ya es verano y presiento que en mi espacio retoña ese presentimiento que expresa la alegría de revestir el alma con la luz del paisaje…
…hoy he sacado al viento mi manera de ser: introvertida, dulce, sensible, dadivosa, alegre, taciturna, salvaje, divertida y apenas previsora, para sobrevivir…
El viento ha sonreído al verme tan desnuda tan frágil y tan sobria, tan de mar y de tierra, me ha dejado en el bosque donde las hadas vuelan regalando al instante sutiles mariposas…
Y allí en esa abundancia de cuentos transmisores recordando palabras de mis antepasados he vuelto a ser la niña campestre de las fábulas.
Soy mujer y es el viento quien me guía en los vuelos el que me lleva al fondo de la selva y el agua hasta entregarme el sueño de escribir el poema…
©Julie Sopetrán |
Agua
Cielo
Mar
La tierra es azul y verde
Y violeta
Y más y nada y todo
La tierra desespera
Entre manos inquietas
¿Y dónde están los árboles
Las sonrisas
Los besos del Amor?
Todo es gasa
Tisú de adolescencia
O es un velo marrón sobre el viento
Moviéndose en los ojos
Entre el ropaje del misterio
O las transparencias del espejo
Palomas invisibles
Juegos del aire en sueño
De vivencias
Entre las olas de nuestras almas
Ondean sedas de ángeles
Materia, Cuerpos
Piedras, Playas, Bosques
Animación de infinitos azules
Y no hay final
Todo es un engranaje
De retos y de pugnas
Donde estamos tú y yo
Y él
Y ello
Y ella.
©Julie Sopetrán
Nací en el centro mismo del
tiempo a mitad de año
cuando las flores se abren como si fueran puertas;
a mitad de semana, entre espigas abiertas
salté como un insecto del ovoide al peldaño.
Aunque la luz es blanca mi color es castaño
y nací al medio día con alas encubiertas;
cuando la luz penetra las moradas desiertas
cuando un sueño perdido va buscando rebaño.
Crecí entre los reflejos de los rayos divinos
que doran esos pasos marcados por los pies
y dejan en el alma, infinitos caminos...
Nacer fue inevitable, en el centro del mes
degustando las flores y bebiendo los vinos
de padres amorosos que
cuidaron su mies.
Un golpe de martillo machaca las almendras
después crece el silencio de la sencilla casa;
el sueño planifica y el recuerdo repasa
son impactos y anhelos que en ilusión engendras.
Se amontonan las vainas cual si fueran ideas
y al separar el fruto de la cáscara rota
se interpone otra maña tan lejana y remota
que se rasga en el aire la imagen que deseas.
En todas esas cosas que pasan por tu mente
mientras las manos bregan su activa vehemencia
crea música el tacto, como una consecuencia
que acelera su ritmo en la almendra siguiente…
algo maravilloso sucede en la frecuencia
es lo que se separa, que a la sazón se siente.
©Julie Sopetrán
Soy del camino perdido
las esencias del instante;
sudor de un dios caminante
cita ordenada en olvido…
Soplo ardiente y desmedido
huella atrapada en precinto;
lluvia que inunda el recinto
ritual de interioridades
que distancia esas verdades
ocultas del laberinto.
©Julie Sopetrán
En el árbol de la cruz
la fruta se ha congelado;
el frío de la maldad
se acrecienta en nuestros páramos.
Vándalos, monstruos, verdugos
rodean nuestros dilemas
y el alarde del poder
ostenta su estratagema.
Jesús muere en las esquinas
la táctica está servida
Marte se ha movilizado
El miedo acosa la vida
las armas se han acabado
y el enemigo nos mira
Jesús es nuestro soldado
y nos ama desde el Árbol.
©Julie Sopetrán
(Sonetillo)
Hace tiempo que
no sé
si estás vivo o ya te has ido;
yo voy por donde he venido
allí donde te encontré...
La golondrina se fue
pero hoy regresó a su nido;
su trisar me ha conmovido,
con nostalgia la escuché.
Su canto es como
un suspiro...
Por donde vienes te vas
revolando los espejos...
...y es encuentro
si te miro
pero si al mirar, no estás,
es porque sigues muy lejos.
©Julie Sopetrán