¿Quién de la
noche se salva?
El alba.
¿Qué se advierte en
su quietud?
La luz
Cuando un poeta la
mira
Se Inspira…
Porque al mirarla
transpira
el brillo del
universo,
para dejar en el
verso
un alba de luz que
inspira.
©Julie Sopetrán
Mayo, todo belleza y todo
fuego
la luz se despereza en cada rosa;
como si fuera abeja o
mariposa
extasiándose en néctares de espliego.
Luz que toda eres mar donde
navego
hasta el faro lejano, donde airosa,
la palabra se vuelve
caprichosa
y todo el pensamiento es andariego.
Mayo, entre mil colores florecido
en paredes de aroma recostado,
y en sillones de gracia adormecido.
Todo sueño se eleva consumado
nada importa después de haber vivido
en un mundo de flores consagrado.
Julie Sopetrán
Yo voy por esos mundos que
no tienen salida
son mundos que me llevan al paso de las cosas;
me duelen los momentos
cuando en ellos no hay rosas
y el temor a la muerte me deja mal herida.
A veces me detengo, confusa,
arrepentida
quiero volver al óvulo sin rutas sinuosas;
separar las esencias y ver las luminosas
luciérnagas del alma, transportando la vida.
Me paro en la distancia que separa los mundos
me persiguen los dioses y me llaman las musas
hago caso a los seres de los mares profundos
y llegan a mi esencia razones inconclusas.
Voy buscando salidas por los soles fecundos
en los lados opuestos de las hipotenusas.
©Julie Sopetrán
Queridos amigos:
Si pudiera quitarte las
espinas
con mis manos humanas y terrenas;
si pudiera mi fe sobre las hienas
plantar montes de jaras y de encinas…
Buscaría en el mar o entre
las minas
donde el oro florece sin cadenas;
y podría robar las cosas buenas
que a través de la luz se hacen divinas.
¡Con qué manos pondría en tu
cabeza
esa saliva dulce como ungüento
que aliviara el dolor de tu desgarro!
No sé si es tuya o mía la
tristeza
pero el dolor que sientes yo lo siento
como siente la tierra el sol y el barro.
©Julie Sopetrán
Libre, como una flecha
lanzada desde el viento,
desde el arco de oro
de Diana hacia el sueño,
sin tiempo ni atadura,
toda siempre del alba,
recreando castillos
sobre mares egeos…
…diminuta nereida
mi alma peregrina,
temblando en la guadaña
del artero Saturno,
toda medida en tiempo
por tiempo devorada,
vagabundos mis pasos
voy por mundos ajenos.
Y todo es tiempo en todo
un tiempo de la nada.
Disuelto el pie en arena
El viento arrastra plumas
Las olas son el sueño
de lo que no se acaba.
Saturno hiere el aire:
movimiento de espumas.
Son minutos sagrados
de un paisaje que llora.
La escasez de la lluvia
me seca las entrañas.
©Julie Sopetrán
Mascaritas del bullicio
la sardina es enterrada;
y nace otra madrugada
sometida a mejor juicio.
Payasos, murgas y vicios
transformaron la mirada
y la burla fue escuchada
completando el artificio.
El pelele, el maquillaje,
la máscara y la piñata,
todo sometido al traje
de diversión inmediata.
Y no se sabe quien mata
la emoción del personaje.
©Julie Sopetrán
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Risa, rosa,
claroscuro intuyendo amaneceres
razones que deslumbran
promesas por cumplir
nubes de terciopelo en alborada
la media luz
o la ternura virgen
del primer suspiro…
Es la desesperanza
en transito de paisajes heridos
un clarear sin fondo de infinito
en la caminería del silencio
o en el gesto indiferente del olvido
en la tristeza…
Puede ser todo o nada
©Julie Sopetrán
Acaso estás tan cerca que hasta podría verte
como veo en el cielo resplandores del rayo,
pero no te lo creas porque estamos muy lejos
y se quedan palabras entre las nubes rosas.
Pero sí, sí, te he visto pasaste por mi lado
eras como la sombra tropezando en el sueño
y querías morirte de Amor, de Poesía...
…de silencios que tiemblan como si fueran olas
rompiendo acantilados o deshaciendo el nudo
de las redes marinas, que nos dejaron libres
para estar cerca y lejos de todas las espumas.
©Julie Sopetrán
(Villancico 2022)
En la tierra y en el cielo
el movimiento es consuelo
La palabra es la belleza
que articula nuestra boca
es la sensación que evoca
de lo que sientes, la fuerza,
si lo que dices refuerza
voces de tierras y cielo
el movimiento es consuelo
Diversidad o presteza
que brota del corazón,
hablar es una oración
donde las almas se expresan
y en la vida ya no cesan
voces
de tierra y de cielo
que
nos aportan consuelo.
Y los sonidos son ecos
de verdades invisibles,
que expresamos muy sensibles
frente al mito del espejo
donde oscilan los reflejos
que
son de tierra y de cielo:
movimientos
del consuelo.
Colores, palabras, cantos
sentido de lo que expreso,
¿pues qué sería del verso
sin la brisa del encanto
o la congoja del llanto?
Si
el movimiento es consuelo
es
que somos tierra y cielo.
©Julie Sopetrán
2022