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domingo, diciembre 7

TESIS






Nazco en cualquier parte
de este mundo que habito
No necesito cuna, sangre o raza
Soy ave de tierra adentro
De playa solitaria
De encuentros entre el mar y la tierra
Interpreto las lenguas de los michos que son dioses
El idioma del pobre, del desamparado
Del ignorante, de la locura que rodea mis pasos
Soy gato arañando paredes de madera
juego de dos y más sobre la nada
Y no, no quiero que me lleven los vientos engañosos
de los grandes o pequeños poderes ocultos
Porque una belleza autónoma me corteja
en cualquier parte donde nazco
cada mañana, cada noche, en cada beso
allí donde el Amor me enseña el habla de los versos
pasión inevitable donde anido
donde araño inocente las tablas y los muros
Todo fuera de mi son herencias
Todo dentro de mi
es Libertad.

©Julie Sopetrán


miércoles, diciembre 3

VUELOS






Los vientos de la tarde
me empujan a la orilla del acantilado
la espuma deja en la roca
un blando beso
burbuja
flor blanca de paisaje marino
Se me vienen los sueños
Un oasis de tierra
en desierto de agua
La dulce soledad
del instante
en la mirada
Me dejo llevar por las brisas
soy albatro
caigo en picado al fondo
busco, recojo
juego
y dejo en tu remanso:
caracolas.

©Julie Sopetrán


sábado, noviembre 22

VERBO



Hope by George Frederic Watts

Desde ayer a mañana
cuentan siglos de vida
crecen mares de estrellas
y una sola expresión
recrea tiempo
Música
colorea espacios
Versos
agitan emociones
La esperanza
hace posible el canto
Ahora
es la Palabra.

©Julie Sopetrán



domingo, noviembre 16

LA LEONA HERIDA

La leona herida (Bajorrelieve) Museo Británico

Buscan el agua fresca las heridas de flecha
está tocando fondo la sangre y los trofeos;
una queja en el aire traspasa sentimiento
y deja malherida la sombra de los años.
No hay manos que la curen en un campo de caza
la leona se arrastra por la sabana extensa;
se le quedan las garras hincadas al terreno
traspasada de flechas alza su rostro erguida.
Agonía en relieve. Cazadores salvajes
leona muerta en vida sin unción o palabra
su rugido es un llanto de ojeos y de acosos.
Su gemido me oprime desde todos los vientos:
horror, dolor, abuso, vocean los sentidos
la sangre en alabastro, delata al poderoso.


©Julie Sopetrán



martes, noviembre 4

UN SUSPIRO OTOÑAL



Reposo las ideas en pesebre de paja
como si me naciera la vida en un establo;
parcela yerma en rito cual barroco retablo
o un soplo a doble filo cortado con navaja.

Se me rompe el suspiro cuando al infierno baja
la ilusión, el deseo quemado por el diablo;
fragancias, pensamientos: delirio del vocablo
que disipa las sombras del miedo en la mortaja.

Doble filo de un soplo que bufa en los sentidos
cascada de azucenas por las arterias rojas
que transforman en vuelos el barro de los nidos.

Sollozos se me quedan allí donde despojas
la esencia, llanto a llanto, pensamientos caídos
entre las conjeturas que revuelan las hojas.


©Julie Sopetrán

jueves, octubre 30

LA FLACA PRESUMIDA (Calaverita corta)


Foto: Julie Sopetrán - Guadalajara - Jalisco - México


La Flaca está que arrebata
huesos por todos los lados;
su porte un tanto alocado
Con su minifalda ingrata
tiene aires de literata...
Las botas altas y el rosa
parece una mariposa
que por la calle desliza
su retocada ceniza
que de tan fea, es hermosa.


©Julie Sopetrán



martes, octubre 28

SOMBRA VIOLACEA


                                                                           El silencio es la música de los poetas  JS

Es la anchura, el desahogo, el cosmos
lo intermedio entre el caos y la distancia de tu boca
a la mía
donde sucede el fuego y se hacen posibles las formas
de la posibilidad
y no hay lapso ni ciclo, tan sólo rebeldía
en la recta de nuestra orientación
hacia el cenit
lejos, cerca, en aquel lugar surge nuestra morada
un palacio interior
en lo más alto de lo afable
allí, tu efigie me deleita
tu palabra me lacera el sentido
desmayan sombras las caricias
y en lo ideal del sueño
relajas en mis labios tu saliva
y no quieres volver
a ningún tiempo.


©Julie Sopetrán


martes, octubre 21

LOS DIOSES JARDINEROS




Meditaba entre ruinas, desconcierto
Una piedra pequeña entre mi mano;
Sentí los pulsos del sentir humano
Limpié el polvo a mi piel y hallé un desierto.
Con las venas a pecho descubierto
Sin romper los canales de mi arcano;
diseño la emoción en primer plano
y lucho con el barro a cielo abierto.

Y paso a paso las raíces crecen
me convierto en jardín de gema roja
y en mis manos las piedras se parecen
a una insólita flor que en mí se aloja
los dioses de la sangre me la ofrecen
y el dios que mide en vano, la deshoja.



©Julie Sopetrán

miércoles, octubre 15

ENCUENTROS

Foto: Adriana Kreiman


Siempre encuentro caricias en las manos del río
una flor deshojada que en pétalos dibuja
las ondas de los sueños que muestra el laberinto
y va dejando en beso los caprichos del agua.
Piedras cubren el fondo: fantasía esculpida
o el corazón latiendo sobre cada minuto;
movimientos que cantan bordeando los juncos
y en arrumaco expresan la ternura del tacto.
En su lecho los cauces trastocan la corriente
y en vez de bajar, suben, recreando sus cárcavas
y van hacia otros mares tan sólo sospechados.
Escalan utopías manteniendo sus bordes
afloran manantiales que parecían muertos
llevan sabores dulces a las linfas saladas.

©Julie Sopetrán


lunes, octubre 6

LOS OJOS


Máscara Pavo Real, de la diseñadora: Satín Malva


¡Qué pequeños mis ojos!
Y tan llenos de espigas
De tardes luminosas
De doradas choperas
De grajos exaltados
De pensamiento en vuelo
¡Qué pequeños!
Y en ellos...
Los rebaños
Los viejos olivares
Las extensas cañadas
Los millones de estrellas
prendidas al sentido
en diminutos ángulos
que recorren un fondo
de interminable anchura...
¿En qué archivo se guardan
las fotos del silencio
al mirar un paisaje?
¡Qué pequeños mis ojos
y qué grandes!
Carcajada del sueño
cuando miro
con los ojos cerrados
y no estás y te veo
saciándote en mi sed
Atisbo hacia la altura
Y contemplo las aves
Y no puede mi tacto
acariciar su vuelo
Diviso y veo a ciegas
una pizca de cielo
que deja en una lágrima
grabada la belleza
en tamaño de perla
bajo el mar
o sobre el agua escasa
del arroyo
El llanto se acrecienta
entre las piedras
¿Será que ha de romperse
la vida para ver?
¿O es lamento de muerte
que me ciega?
¡Qué pequeños mis ojos
y qué grandes!
Qué grande este prodigio
de la luz!

©Julie Sopetrán