Mayo, todo belleza y todo
fuego
la luz se despereza en cada rosa;
como si fuera abeja o
mariposa
extasiándose en néctares de espliego.
Luz que toda eres mar donde
navego
hasta el faro lejano, donde airosa,
la palabra se vuelve
caprichosa
y todo el pensamiento es andariego.
Mayo, entre mil colores florecido
en paredes de aroma recostado,
y en sillones de gracia adormecido.
Todo sueño se eleva consumado
nada importa después de haber vivido
en un mundo de flores consagrado.
Julie Sopetrán