Para cantar a los muertos
han llegado al panteón,
ella se ha puesto un rebozo
azulito y de ocasión...
Él un poncho de colores
con sombrero de alas anchas;
y su guitarra que toca
todito lo que te plazca.
Lo hermoso de esta pareja
es el bigote y las trenzas;
mechones muy necesarios
para ensamblar las cabezas.
Van a cantarle a La Flaca
romanzas de su poblado;
que se ha quedado vacío
porque ella lo ha visitado.
Le solicitan que vuelva
y viva allí para siempre;
sola entre ruinas que un día
fue hogar de supervivientes.
Ojalá que las canciones
la espanten a esos lugares;
y los humanos podamos
caminar por otras calles.
Sin miedo a que nos arrase
esta Flaca tan mortuoria,
que te puede reducir
a siniestra ceremonia.
¡Ay! que por mucho que canten
Coletitas y Bigote,
el miedo no me lo quitan
ni de día, ni de noche.
©Julie Sopetrán